
Todos recordamos el robo de Yoshi y lo duro que fue recuperarse psicológicamente de aquella canallada. Ahora, tres meses más tarde, y tras haber pasado el luto necesario, un soplo de aire fresco nos ha llegado a Makario Kart. Nuestra compañera Paula, al igual que en su día lo hiciera Jack con su Yoshi, ha querido donarnos de forma totalmente altruista a este nuevo Mini-Mario-Kart. Dios aprieta pero no ahoga. Que Dios te bendiga, Paula.
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